A sólo dos semanas de la muerte de Steve Jobs, Walter Isaacson CEO del Aspen Institute,
periodista, y reconocido autor de biografías, publicaba una de las
biografías quizás más mencionadas del mundo, convertida rápidamente en
un best seller; además de un libro abierto para dar a conocer al mundo
hasta los más mínimos detalles de la vida del icónico CEO de Apple:
Steve Jobs.
A diferencia de lo que cualquiera de nosotros podría imaginarse, si
bien Jobs colaboró con la realización de este libro, no tuvo
requerimientos, control o ninguna revisión estricta sobre él. Al
contrario. Al parecer uno de sus últimos deseos fue que la gente que lo
rodeaba hablara sobre él de manera honesta y sin límites.
Volviendo sobre el mito y realidad de Steve Jobs, el pasado mes de
abril, el mismo Isaacson, escribió para Harvard Business Review las 14 verdaderas lecciones de liderazgo de Steve Jobs. Y hoy, a un año de su fallecimiento, te las resumimos a continuación en el blog de WOBI.¿Cuál
crees que fue para Steve Jobs su más importante creación; el iPad,
la Macintosh? No. Según confesó el propio Jobs a Isaacson, fue la
compañía Apple. “Hacer una compañía duradera, es más duro y más
importante que hacer un gran producto”, dijo. Aquí, las claves de Steve
Jobs para ese éxito, según Walter Isaacson.
1) Enfócate
“Decidir qué no hacer es tan importante como decidir qué hacer”, le
confió Jobs a Isaacson. Y el autor cuenta que cuando Jobs regresó a
Apple en 1997, detuvo la producción de la cantidad de productos que
tenían planeados y pidió que se concentraran en sólo cuatro. Cuatro
grandiosos productos.
2) Simplifica
Steve Jobs tenía la habilidad de enfocarse, acompañada del instinto
de simplificar las cosas hasta llegar a su esencia, y eliminar aquellos
componentes innecesarios. Y Isaacson destaca una frase del primer
folleto de Apple: “la simplicidad es la mayor sofisticación”.
3) Toma toda la responsabilidad
Apple ha tomado la responsabilidad absoluta de la experiencia del
consumidor, gracias a que Jobs entendió y aplicó la importancia de que
todo el software y hardware de los productos de Apple pertenecieran a la
compañía, y así funcionaran en perfecta sintonía familiar. “Las
personas tienen otras cosas que hacer que pensar cómo integrar todas sus
computadoras y dispositivos”, dijo Jobs.
4) Si te quedaste atrás, da un salto
¿De dónde surgió la idea de Jobs de transformar la industria de la
música? Del hecho de haberse quedado atrás en la era de los CDs. Lo que
decidió para tomar la delantera en lugar de quedarse atrás, fue crear un
sistema integrado que permitiera a los usuarios comprar, compartir,
gestionar, guardar, y reproducir su música mejor que cualquier otro
dispositivo. Sin necesidad de quemar CDs.
5) Pon a los productos antes que las ganancias
Cuando Jobs y su equipo en los años ochenta decidieron diseñar la
original Macintosh, no pensaron precisamente en el dinero que ganarían,
ni el que gastarían en hacerla… Lo importante era crear un producto
“increíblemente grandioso”.
6) No seas esclavo de los focus group
“Los consumidores no saben lo que quieren hasta que se lo mostramos”,
dijo Jobs. Así queda claro que no estaba obsesionado con conocer la
opinión de los consumidores de antemano, a través de encuestas o focus
groups. Porque no es lo mismo ocupar en profundidad de lo que los
consumidores quieren, que preguntarles constantemente qué es lo que
quieren.
7) Dobla la realidad
Los colegas de Jobs sabían muy bien que más allá de sus formas,
finalmente él conseguía que realizaran el mejor de su desempeño, incluso
yendo más allá de lo que ellos hubieran considerado posible. Isaacson
rememora la anécdota en que Jobs presionó a su amigoSteve Wozniak para
crear un juego llamado Breakout. Si bien Wozniak dijo que le llevaría
meses, Jobs insistió en que podia hacerlo en cuatro días. Y así fue.
8) Imputa
Uno de los legados que Jobs recibió de su mentor Mike Markkula fue el
poder de “imputar”. Y de hecho se convirtió en una de las doctrinas de
Jobs. ¿De qué se trata? Jobs sabía que la gente se forma una opinión
acerca de un producto o compañía, basada en lo que ve: presentación,
packaging. Por ello, el excelente diseño era imprescindible para Jobs y
para Apple.
9) Impulsa la perfección
Podría decirse que durante el desarrollo de todo producto de Apple,
Jobs presionaba una especie de “botón imaginario de pausa” y volvía en
el tiempo para revisarlo una y otra vez, hasta que estuviera perfecto.
Fue el caso de las tiendas Apple, cuyo lanzamiento fue retrasado hasta
que Jobs se aseguró que estuvieran reorganizadas no sólo por categorías
sino también por actividades.
10) Tolera sólo a los número 1
La fama de Jobs por su impaciencia y manera dura de tratar a quienes
lo rodeaban, es bien conocida. Pero tal vez no está tan difundido el
hecho de que esa forma de ser y hacer provenía de su pasión por la
perfección, y su deseo de trabajar sólo con los mejores.
11) Involucra cara a cara
Tan paradójico como pueda sonar, el líder de una de las marcas por
excelencia de la era digital, era un fiel creyente de las reuniones cara
a cara. “Hay una tentación en las redes de trabajo de nuestra era, de
pensar que las ideas pueden ser desarrolladas por e-mail o por chat”,
explicó a Isaacson.
12) Conoce el gran panorama y los detalles
Una de las pasiones de Jobs era no sólo prestar atención a lo macro,
sino también a lo micro. Uno de los ejemplos que ofrece Isaacson es que
en el año 2000 tuvo la visión de crear un “centro digital” donde los
consumidores pudieran gestionar su música, videos, fotos, etc. Primero
se introdujo en la creación de los dispositivos personales como el iPod y
luego el iPad. Y en 2010, presentó la estrategia sucesora de un
“centro” que estaría alojada en la “nube”.
13) Combina las humanidades con las ciencias
Jobs tuvo la habilidad de conectar algunos extremos que parecerían
opuestos: las humanidades con las ciencias, la creatividad con la
tecnología, el arte con la ingeniería. Y confesó a Isaacson “De niño
siempre pensé en mí como una persona de humanidades, pero me gustaba la
electrónica”.
14) Mantente hambriento, mantente tonto
De acuerdo a Isaacson, Jobs se mantenía hambriento y tonto a lo largo
de toda su carrera. ¿De qué forma? Asegurándose que el aspecto de
negocios y su costado de ingeniero, siempre fueran complementados por un
lado inconformista, hippie, de sus días rebeldes en los años sesenta,
cuando formó parte de una generación que combinó por un lado a hippies y
a geeks de Silicon Valley.
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